Viniste bálsamo, tierra prometida
Llegaste entre la lluvia con tu sonrisa
Viniste sin aviso, caricia poco comprometida
Te avisó el humo del cigarro y la risa
La madrugada siempre te arropó
Estabas en mi mente aún antes de conocerte
Las palabras desveladas eran aliadas
La mañana era una forma de quererte
No recojo los escombros
Siempre tu estridencia estalló
Me inquietan los recuerdos
La fuerza, la fuerza, la fuerza…
A la memoria, hasta puedo extrañar tus gritos
A la imaginación, me hace falta tu cuerpo
Las palabras desveladas, las madrugadas y los mimos
Comenzamos una conversación
Pensé que nunca terminaría
Siempre había una canción
Que la madrugada traía
No recojo los escombros
Siempre tu estridencia estalló
Me inquietan los recuerdos
La fuerza, la fuerza, la fuerza…
Mis manos no saben a dónde ir
Mi fe la has pulverizado
Mis ojos no saben a dónde mirar
El adiós es algo que no había contemplado
No recojo los escombros
Siempre tu estridencia estalló
Me inquietan los recuerdos
La fuerza, la fuerza, la fuerza…
Cuánta falta hace tu estridencia
Tus pasos apresurados
Tu maldad, tu contundente ausencia
Que hoy está eterna.